miércoles, febrero 19, 2014
Para cuidar el ambiente hay que comenzar por casa
Debido a la tala clandestina que prospera en los estados de Michoacán y provoca la desforestación de los bosques y el uso de herbicidas en los campos de cultivo, donde crece soya y maíz genéticamente modificado, las mariposas están prácticamente muriendo de hambre porque en esos campos crece silvestre la planta del algodoncillo o asclepia con las que se alimentan. Los ambientalistas proponen “que se establezca un corredor ecológico en los campos, en donde se siembre el algodoncillo, pidiendo a los granjeros que colaboren. El corredor tendría que ser establecido por la comisión ambientalista del Tratado del Libre Comercio, consultando a los granjeros para no afectarlos y que sean capaces de respetarlo”.
Precisamente, ese respeto es lo que quisiera ver. No sólo en los campos, sino en sus propios jardines y macetas que siembran todos ustedes que me están leyendo. Desde que llegué aquí a Cuernavaca no he encontrado un solo jardinero con conciencia ecológica. Todos son unos ignorantes de su propio negocio, no tienen idea ni del nombre de los árboles nativos de esta región. Además de que tienen una concepción del paisaje muy pobre. Para ellos y para la mayoría de los que tienen un jardín aquí, la idea es tener un pasto primoroso y unas cuantas plantitas, si acaso un árbol que les de sombra. Pero no hay ningún respeto con las hierbas silvestres que brotan con singular alegría en dónde logran crecer. Usan sin discreción gran cantidad de fumigantes, abonos químicos y herbicidas. Sin ir más lejos, ahora que pasaron las lluvias, uno de los dos jardineros que vienen una vez al mes a mi casa, me dijo que: debería de aplicar un herbicida porque la hoja santa ya está creciendo como si fuera plaga. Pero, ¿cómo le voy a poner herbicida a las plantas que uso para cocinar, al suelo que siembro y a todas esas deliciosas verdolagas que crecen silvestres?, le dije. Por supuesto que no lo aplicaron. Cada que vienen los trato de la mejor manera posible para que continúen acicalando mi jardín y me ayuden a la dirección que quiero darle a mis plantas, porque no quiero que dejen de venir ya que es demasiado trabajo para mí sola y éstos han sido los menos malos. Siempre trato de tener algún refrigerio, algún panecito o mermelada para que acepten mis ideas que para ellos son absurdas y rupestres en el manejo de mi jardín.
Es que ésta la planta: el algodoncillo o asclepia es altamente prolífica cuando empieza a reproducirse. Su semilla revienta y se esparce por el aire creciendo por todos lados.
Espero que los campesinos no la combatan como desearían mis jardineros. A los que tengo que estarles diciendo que por favor no la arranquen. Precisamente yo sembré esa planta porque me gusta mucho la flor. He oído que también le llaman quiebramuelas, porque la usaban antiguamente para arrancar los dientes picados, pero es muy tóxica y sólo las orugas de monarca la consumen sin peligro.
Hace más de un mes vi en una de las columnas de mi casa una crisálida de mariposa, me llamó la atención que no estaba en un árbol. Había visto otros capullos pero ninguno como este. Lo que más me atrajo fue el color verde con pequeños puntos como si le hubieran pegado diamantina y un delgado anillo de color negro. Parecería que alguien la pintó de ese modo. Mi hija, la bióloga, me dijo que era un capullo de mariposa monarca. Yo leí un artículo en el periódico local que está llegando la mariposa monarca a los bosques de la parte norte de Morelos, en Huitzilac, específicamente. Pero luego oi decir a otros biólogos de la UAEM en el radio, que no, que era otra especie. ¿Será melón o será sandía?, pero la mariposa salió de su pupa y con las fotos pude comprobar sin dudas que es una monarca.
Ya no han salido más crisálidas de mariposa monarca; ya hace bastante calor. Lo que sí veo es como corretean otras de su misma especie sobre las flores de asclepia que crece libremente por todo el jardín.
Yo sólo pido que: en buena onda, dejen de usar insecticidas, herbicidas y demás venenos, nos estamos acabando el planeta. Es altamente gratificante saber que un pequeño capullo de mariposa ha crecido en los muros de la casa tan sólo por dejar crecer libremente estas flores que tanta gente considera como plaga.
domingo, febrero 09, 2014
Comiendo calamares
Me gusta la gente que no tiene reparos para comer mariscos ni le pone peros al pescado. Que sabe dejar limpio el esqueleto de un pescado frito sin hacer “sopas de espinas”. Me gusta que mi madre me haya inoculado el gusto por saber comerlo y no sólo pedir el filete de pescado; pero más me gusta haber aprendido a limpiar calamares. En estas épocas de verdura picada, limpia, desinfectada, frutas rebanadas y descorazonadas, no he encontrado todavía quién venda listos para cocinar los calamares. Venden enlatados, sí, pero así no sirven para hacerlos a mi gusto. En este país conozco poca gente que le guste comprar calamares o que se precie de saberlos limpiar. La mayoría los asocia con el pulpo y ya sabemos muchas leyendas negras de pulpos. Pensándolo bien, el pulpo también es otro producto difícil de cocinar, sobre todo de que no se pele de su piel al guisarlo, que no salga duro o que no se sepa quitar la tinta. Siempre será más fácil limpiar un pulpo que un calamar, sobre todo por el tamaño y la cantidad. Venden anillos de calamar en el Mercado de San Juan, congelados, listos para guisar pero su sabor se ha evaporado, tal parece que esta uno mascando un llanta de carro. Seguramente eso pasaría si vendieran los calamares limpiecitos listos para hacerlos en una pizza, empanada o simplemente al ajillo.
Estos calamares que preparé están aliñados con un poquito de ajo, porque les puse un alioli para comerlos en una chapatas.
Chapatas de calamar
¿Qué necesito?:
1 ajo picado
1 cucharada de aceite
1 kilo de calamar americano
1 cucharadita de pimentón
Mantequilla clarificada o aceite oliva
al al gusto
4 chapatas
media taza de frijoles refritos
Salsa Alioli:
1 taza de aceite de oliva o girasol
2 ajos pequeños o 1 mediano
1 limón
1 huevo
sal al gusto
hojas de lechuga romana y berro
¿Cómo lo hago?
(Esto se oye bastante tétrico, ni modo) A los calamares se les desprende la cabeza y se le arranca un pico pequeño que tienen exactamente en el centro. En la parte de adentro de la bolsa del calamar está la pluma como de celofán que hay que jalar con el dedo para quitar entera, junto con las vísceras. Cuando se haya hecho esto con cada cuerpo del calamar se lava perfectamente cada bolsa y cabeza del calamar.
Las cabezas con brazos se dejan enteras, el cuerpo se corta en tres partes y se echan al fuego directamente en una sartén con un poco de sal y pimentón. Al comenzar a cocerse sueltan mucha agua, yo procuro juntarla en un recipiente y reservarla para cocinar arroz o como fondo de alguna sopa. Una vez que retiro el agua que escurren les agrego una cucharada de mantequilla clarificada y los dejo un par de minutos o hasta que estén suaves. Se cuecen muy rápido. Si se les deja más tiempo se van haciendo más pequeños y más chiclosos.
Cada chapata se abre a la mitad, se unta por un lado con alioli, por el otro se le embarran frijoles refritos y se colocan las hojas de lechuga, berro y los calamares guisados.
Salsa aliolí.
Se coloca en la licuadora todos los ingredientes, (a mí me gusta colocar además, un trocito de chile chipotle en vinagre y queda un aliolí picoso, bien chipocludo, mmh) y se licúa hasta que espese.
Baby squid
Esta es otra forma de prepararlos, muy común en los restaurantes de sushi. Se rellenan con pasta tampico. Que sería bueno saber si es de Tampico, Tamaulipas. Tendría que preguntarle a Nora si sabe algo al respecto. Saludos Nora.
Si logran encontrar calamares más grandes el resultado será mejor. Yo sólo encontré un tipo de calamar más pequeño en el supermercado. El calamar americano es de buen tamaño para rellenar.
¿Qué necesito?
Para dos personas
6 calamares limpios
Para la Pasta o Salsa Tampico:
2 surimis de buena calidad
mayonesa
1 chile serrano
1/2 cebolla pequeña
¿Cómo lo hago?
El calamar una vez limpio se le arranca la piel, es fácil no cuesta trabajo, también se arrancan las aletas, la cabeza queda igual, esa no se pela. Luego se hierven en agua con sal, unos 4 minutos es suficiente. Se deja escurrir.
El surimi se pica lo más fino posible, lo mismo que la cebolla y el chile. La cantidad de mayonesa dependerá de la necesidad para integrar los ingredientes. Tal vez unas tres cucharadas. Se comienzan a rellenar con una duya o una bolsa de papel con una orilla abierta. Recomiendo que la bolsa de papel se resistente, porque luego se revientan al presionarlas.
Una vez llena la bolsa del cuerpo del calamar se introduce el copete de su cabeza.
Se sirve con una salsa dulce de teriyaki o con cualquier salsa que ustedes prefieran, se rocía también de ajojolí tostado.
Ahora bien, una disculpa para los que pasan por aquí y buscan leer algo nuevo; he estado desaparecida desde hace ya casi dos meses. Es una pena que ya estamos a febrero y esta sea la primera entrada del año. Procuraré estar más presente. Lo siento. Reciban un abrazo y pónganse a practicar a limpiar calamares para luego dejarse consentir con unas tortas de calamar y una buena cerveza. Sean felices.